Se trata de un espacio abierto con decoración novedosa y de aires industriales. Mayoritariamente ideado para tomar algo sin mucha sobremesa, para ello cuentan con taburetes en la barra y mesitas bajas sin mucho lujo ni comodidades. Llama la atención el ritmo acelerado de los camareros para atender a los clientes ya que en un momento se llena de gente.
Cruzcampos fresquitas. |
Risotto de carrillada ibérica. |
Salmón con guacamole. |
Acierto total. El risotto sensacional y contundente, en su punto sin ser plasta y con un sabrosísimo regusto a carrillada. El salmón muy fresco en perfecta conjugación con el guacamole que no le restaba sabor sino que casaba estupendamente.
Al final, 4 cañas de Cruzcampo y dos tapas del día sumaron 13'50€. Genial relación calidad precio. A tener en cuenta que la carta es limitada pero que cuidan la calidad del producto y del servicio como el primer día. Innegable el céntrico y maravilloso emplazamiento que tiene.
Ovejas Negras se ha convertido en un must para Pepa, que cada dos o tres meses realiza su visitilla de rigor y nunca queda defraudada.
¿Os vais a dejar sorprender por lo mejorcito del rebaño?
Valoración de Pepa: 8/10.
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