La Brunilda

Llegado el otoño, Pepa vuelve a salir de tapeo con más asiduidad. Hoy os presenta La Brunilda, gastrobar situado en el barrio de El Arenal, escondido en el número 5 de la calle Galera.

Se trata de un lugar de decoración simple pero con cierta elegancia que le da ese ambiente minimalista. Muy frecuentado, lo cual hace que tengas que esperar si no llegas temprano. En su interior, como viene siendo habitual en esta clase de bares, encontramos mesas y taburetes altos para degustar una lista de tapas a cual más apetecible. A pesar de lo concurrido que está siempre el local (al menos los fines de semana) se respira un ambiente tranquilo e íntimo. 

Siendo viernes noche, Pepa se reunió con parte del gabinete y acudieron a poner a prueba la cocina de La Brunilda.

Tras pasar por el portalón azul, estas cuatro amigas se acomodaron en unos taburetes alrededor de una mesa alta y estudiando la carta-pizarra se decidieron por:

Pizarra-carta de La Brunilda.

Servicio.

Ensaladilla. 2'90€/tapa.

Risotto de queso Idiazabal y setas. 4'50€/tapa.

Papas bravas. 3'20€/tapa.

Tosta de anchoas, queso de cabra y tomate. 3'50€/tapa.

Solomillo de buey con patatas al tomillo. 6€/tapa.

El bebercio complementario consistió en dos copas de vino blanco Isabelino (2'50€/copa), 5 tintos de verano (1'50€), dos refrescos (1'50€) y una clara (1'50€). 

Procedemos a comentar el ágape: la ensaladilla en su justa medida, buena relación calidad-precio. En cuanto al risotto, hubo variedad de opiniones, para mi gusto nada del otro mundo, bastante sabor a lácteo y textura plastosa. No lo recomiendo. Hay que comentar el gran parecido en apariencia con el del Zelai.

Las patatas bravas correctas, quizás falta de sabor en las salsas pero aún así ricas. La tosta muy buena, estupendas anchoas y el aliño que llevaba el tomate completaba un plato en el que todos sus ingredientes aportan su sabor sin restar a los demás. Recomendable. 

Por último, el solomillo de buey. Estupendo, la carne tierna y en su punto. Tapa no especialmente barata pero merece la pena. A mencionar las patatas, sazonadas con tomillo y con el jugo de la carne están para comerse una fuente entera. Como asignatura pendiente, el probar algún que otro postre en la próxima visita.

En resumen, La Brunilda se nos presenta como gastrobar al que realizar una visita de vez en cuando para tapear en condiciones, con un ambiente agradable y una cocina creativa y de calidad.



Valoración de Pepa: 7'5 / 10.